Actualmente, sabemos que la sexualidad, es una necesidad, que dura toda la vida y que no cambia con la edad.
Entendemos como sexualidad, a toda conducta, que a partir de una parte de nuestro cuerpo llamada erógena,(ojos, boca, piel, voz, ano, etc.) procura cierto tipo de placer.
Es inherente al ser humano, se nace y se muere con ella.
Durante la vida, es generadora de autoestima, de la procreación, y del placer, además, se expresa de diferentes formas y cambia acorde a la etapa de la vida que atraviesa cada individuo, dentro del contexto cultural que le toca vivir.
La sexualidad esta manifiesta en toda conducta humana.
La sexualidad excede a los órganos genitales, estos, solo pueden participar, son solo una parte.
Por ello es importante, hacer la diferencia entre genitalidad y sexualidad.
Una mujer, puede tener una optima salud genital al llegar su climaterio-menopausia, pero no necesariamente, gozar plenamente de su sexualidad.
Quisiera aclara estos términos, que a veces generan confusión.
El climaterio es una etapa de transición, de cambios, orgánicos, psíquicos y sociales, en la vida de la mujer.
Es gradual, a veces, con cambios imperceptibles, otras veces, súbitos.
Mientras tanto, llamamos, menopausia, al cese definitivo de la menstruación o regla.
Todo esto, esta provocado, por el proceso de envejecimiento, que en realidad comienza antes de nacer y nos acompaña toda nuestra vida.
De esta manera podemos entender, que, durante este proceso con la gradual declinación en la producción hormonal, que se manifiesta en el climaterio y la menopausia, se producen ciertos sintomas físicos y psíquicos, que van disminuyendo la posibilidad de tener y gozar de la sexualidad.
Esta demostrada la importancia de la sexualidad en los seres humanos, y no es regla que esta disminuye después en la menopausia.
La respuesta sexual de la mujer menopausica es variable.
Algunas mujeres reportan mejorias, ya sea por el logro de nuevas parejas, o mayor tiempo e intimidad disponible para su vida sexual, pudiendo de esta manera gozar de una sexualidad, plena y placentera.
La sexualidad resulta ser el producto de la interacción compleja de procesos que podemos resumir en biológicos, psíquicos, socioculturales e interpersonales.
Podemos preguntarnos ¿Cuáles pueden ser estos cambios?
Algunos cambios son orgánicos, propios de la disminución en la producción de estrogenos. (Hormona sexual femenina)
Son los bien conocidos y mal tolerados sofocos.
También se producen cambios en la piel y en la mucosa de la vagina, pudiendo disminuir la lubricación vaginal, como respuesta a la estimulación sexual, produciendo dolor en la relación sexual, que llamamos dispaurenia, todos estos, son eventos que padecen algunas mujeres, durante la menopausia.
Los sofocos, producen insomnio, predisponen a una falta de sueño, y más cansancio, que conlleva a una mayor incidencia de malestar, a veces irritabilidad y mal humor, produciendo, en esta cadena de síntomas, una reducción en la sensación de bienestar en la mujer.
Otros cambios, son psicológicos, y están referidos al -¿cómo vive cada mujer esta etapa de su vida?.
El cese de la menstruación, produce un impacto emocional, inconscientemente en la cabeza de una mujer, parecer estar jugando la relación con la vejez y la muerte.
Esta transición, del ser mujer para procrear, a la etapa no reproductora, genera en algunas mujeres, acorde al marco cultural en que viva, un sentimiento de desvalorización y perdida de la autoestima, que asociado a los cambios de la imagen corporal, pueden influenciar en el deseo sexual o libido.
Esto esta relacionado con el rol social-cultural de la mujer menopausica.
Se ha demostrado que la libido no depende de las hormonas sexuales femeninas, sino que depende de sus relaciones personales y las circunstancias de su vida.
La presencia de una pareja que demuestre interés sexual, es de gran importancia, para seguir motivando la sexualidad continua de la mujer.
Este es un determinante de importancia para la vida sexual en mujeres menopausicas.
Los cambios interpersonales, es el resultado de la relación de la mujer con su propia historia en relación con los otros.
Podemos entenderlo, en relación con sus hijos, sus padres, su pareja o sus pares.
También, durante la menopausia, se pueden producir cambios en el estado de la salud física de la mujer, o de su compañero, o de su familia, provocando ello un quiebre en el bienestar emocional.
¿Podemos hablar con el ginecólogo de nuestra sexualidad?
¡¡¡¡SÍ!!!!
Es uno de los pocas especialidades medicas que tiene y debe conocer la vida sexual de sus pacientes, sobre todo aquellas que perciben problemas, o ciertos síntomas y les genera nerviosismo e intranquilidad personal, y ni su pareja sexual lo sabe.
El ginecólogo debe acompañar y orientar a la paciente en su diagnostico y tratamiento.
El ginecólogo puede derivar a la paciente al especialista idóneo, en tanto y en cuanto sea el deseo de la paciente de consultar y mejorar sus síntomas, acorde al problema que presente, ya sea el sexólogo o psicólogo.
Se debe tener presente, que la sexualidad, no es un hecho aislado en la vida de un ser humano, y como dije anteriormente, esta sujeta a una serie de variables, muchas de ellas absolutamente personales.
Por ello, es importante contextualizar la problemática sexual de una mujer en menopausia, a cada caso y no limitarse mezquinamente a una consulta rápida, sin escucha, y con una mirada absoluta a lo genital o endocrino, pues esto, solo habla de una parte tal vez ínfima, parcial y hasta somera, del iceberg que se guarda bajo las aguas de la sexualidad.
Bibliografía.
- Nasio, Juan. El placer de leer a Freud.Ed.Gedisa.1999.
- Freud,Sigmund. Obras Completas.1905.
- Tres ensayos de una teoría sexual.1920.
- Segunda teoría de las Pulsiones.Amorrortu Edition.
- Cinbyn, Nestor.Aging and sexuality. Successful Aging. West.1997.
- SEDIM III.Seminario de Docencia e Investigación en Menopausia. San Nicolas. Buenos Aires.2004.
- Seminario “Sobre sexualidad femenina”. Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados. 2005.
